La economía y la política tienen una clara influencia en el mercado del deporte. Un ejemplo de ello fue la pasada crisis del 2008, que afectó a la reducción de los ingresos y a la falta de crédito, lo que hizo que muchas personas se vieran obligadas a modificar la práctica deportiva.
En el 2023 la inflación y las tensiones geopolíticas pueden afectar el mercado del SUP, ya que provocarían cambios en los patrones de viaje y en el comportamiento de los consumidores.
Hay que tener en cuenta que venimos de un boom de crecimiento post-COVID y que de alguna manera se está auto regulando esta tendencia.
Para minimizar los riesgos, las escuelas de paddle surf deberán permanecer atentas a los cambios en la economía y en la política, tanto local como nacional, y también tener un plan de negocios sólido.
Es importante estar al día con todos los permisos, licencias, titulaciones y seguro de responsabilidad civil, ya que cubre los daños que puedan causar los clientes a terceros.
Focalizar la atención en las necesidades del negocio y pensar en su rendimiento anual.
Es vital tener una estrategia de marketing eficaz, un sólido plan de negocios y una buena gestión.
Es el momento de no bajar nuestra presencia publicitaria en redes sociales. Con la crisis aparecerán packs interesantes a los que te podrás acoger. Y por supuesto, ofrecer un servicio profesional e integral al cliente rodeándote de un buen equipo de trabajo.
Estos centros se están transformando en escuelas de deslizamiento donde, aunque el SUP sea su actividad principal, también se puede practicar deportes acuáticos como el kayak, windsurf, kitesurf o wingfoil.
Otra de las tendencias es la de combinar el SUP con el yoga o el fitness, ya que el agua ofrece un ambiente ideal para relajarse y mejorar la flexibilidad.
La variedad y apostar por un modelo de negocio deportivo están haciendo que las escuelas sean capaces de desestacionalizar su actividad económica y logren estar abiertos todo el año con trabajo.
Lo importante es mantener esta posición con acciones positivas y sabiendo que todos los procesos de la vida son cíclicos, incluso los económicos.
La inflación puede elevar los costos de operación y equipamiento. No obstante, las escuelas pueden contrarrestar estos efectos implementando paquetes y promociones especiales que preserven la accesibilidad económica para los clientes.
En tiempos de recesión, es esencial concentrarse en el valor y calidad del servicio. Una presencia activa en redes sociales y la oferta de experiencias únicas son claves para captar y fidelizar estudiantes.
Las tensiones geopolíticas pueden afectar los patrones de viaje y el comportamiento del consumidor. Las escuelas pueden atenuar estos efectos manteniéndose actualizadas y ajustando sus estrategias comerciales a las fluctuaciones del mercado.
Para asegurar la rentabilidad en momentos de incertidumbre, es crucial contar con un plan de negocios robusto, una estrategia de marketing efectiva y una gestión óptima. La diversificación de ofertas y servicios también contribuye a la estabilidad financiera.
Las escuelas pueden evolucionar hacia centros de deportes acuáticos que ofrezcan una variedad de actividades. Integrar el SUP con prácticas como yoga o fitness puede diversificar la clientela y proporcionar estabilidad económica a lo largo del año.